los nuevos fueyes
Un grupo de bandoneonistas de la generación más joven armó un ensamble que se presentará el viernes, para mostrar que el tango tiene futuro
Por Gabriel Plaza | LA NACION
Comentá13 Uno x uno: Nicolás Enrich, Santiago Polimeni, Alejandro Guerschberg, Federico Santiesteban y Nicolás Perrone. Foto: Mariana AraujoUna noche los bandoneonistas Alejandro Guerschberg y Marco Antonio Fernández se pusieron a confeccionar una lista con los mejores colegas de la nueva generación. Y se dieron cuenta, para su sorpresa, de que había suficientes como para armar una selección sub-23 del fueye . Bautizaron al proyecto Los Que Vendrán y armaron un ensamble con algunos de los nombres destacados de la actualidad: Santiago Polimeni, Nicolás Perrone, Federico Santiesteban, Nicolás Enrich y Renato Venturini. El proyecto cobró forma de disco y ahora lo presentarán el viernes, como estreno, en el gran cierre del ciclo Tangocontempo en el teatro Sha.
"Está buena esta movida que se empezó a armar para juntar a los bandoneones y romper con esa idea de que en el tango no hay más nada, no hay gente que escriba o pibes que toquen. Quizá lo primero que se piensa es que no hay bandoneonistas nuevos, y hay un montón. Ya se está empezando a palpar a la generación nueva y el cruce que se da con la generación intermedia de 40 años", apunta Nicolás Perrone, fueye de la banda Amores Tango, creadora de los Conciertos Atorrantes de los sábados en el Bar Sanata.
En su bulín de soltero se reúne este seleccionado sub-23, con cinco números 10: Polimeni, Segret, Perrone, Santiesteban, Enrich, y además Guerschberg, que hace las veces de experimentado capitán. "No es fácil reunirlos porque tienen mucho laburo y son estrellas en el género. Pero son amigos y algunos nos conocemos de compartir noches, giras o largas charlas. Los admiro a todos. Son unos monstruos. El proyecto se sostuvo gracias a la buena onda de todos", cuenta Guerschberg, que pisa los 30 y toca en el sexteto de su hermano Nicolás.
La mayoría de estos jóvenes bandoneonistas empezaron a tocar en su infancia y se foguearon al calor de las madrugadas en casas de tango, tocando covers uno tras otro, acompañando a grandes cantores o participando de bandas autogestivas. De todos aprendieron algo y crearon su propia escuela: en el disco Los que vendrán, en el que participan Mosalini y Binelli, se escucha la personalidad de cada uno, en solos y arreglos de "A Pedro Laurenz", "Loca bohemia", "Danzarín", "Lo que vendrá" o el chamamé "La calandria". Ahora que llevan casi una década tocando ininterrumpidamente en el circuito comercial y en el circuito off del tango, reflexionan sobre su profesión. "Tenenos la parte ambigua de tocar gratis, en mi caso, con el quinteto El Descarte, y después por ahí muchos laburos con otros músicos. De alguna manera, tenemos esas dos ramas y pisamos el costado más comercial y el circuito independiente. Yo empecé a tocar a los 11 en La Branquita, una ramificación de la Fernández Branca en su comienzo. Después vino la Orquesta Escuela y enseguida empecé a trabajar con las compañías de Zotto y todo el circuito de las casas de tango siendo muy chico", cuenta Polimeni, que integra la Orquesta Juan de Dios Filiberto.
A pesar de sus 21 años, Federico Santiesteban tiene un largo recorrido en el ambiente tanguero. "Empecé a estudiar el bandoneón a los 11 años y a los 15 entré en la Orquesta Cerda Negra, que fue una derivación de La Branquita. Eramos todos muy chicos y con ellos viví toda esa cosa grupal y autogestiva, aunque después empecé más la mía. Todos esos años fueron como una experiencia humana muy fuerte, donde lo que nos unía era el amor desinteresado por el tango. Ahora laburo en muchos lugares y estoy en la Orquesta de Ramiro Gallo. Me encanta poder estar cerca de un músico así y poder bancar ese proyecto desde mi lugar, aunque haya o no haya plata."
Enrich parece apaciguado y casi no habla, pero sus compañeros de instrumento dicen que es un tigre cuando está arriba del escenario. Es conocido por su forma de tocar y el volumen que logra en el bandoneón. "La primera vez que escuché a Piazzolla empecé a estudiar guitarra, pero como no me alcanzaba el volumen, agarré el bandoneón. Tuve un maestro que tenía la particularidad de ser hemipléjico. El me daba clases y me prestaba el bandoneón para que practicara en mi casa. Yo me pasaba todo el día tocando arriba de Piazzolla, tratando de imitarlo. Empecé a los 14 y ahora tengo 21. Primero me empezaron a llamar y después apareció el dinero y se transformó en mi forma de vida. Ahora estoy tocando por todos lados."
-¿Piazzolla fue la referencia obligada de todos?
Guerschberg: -Yo le robé el nombre de este grupo a un tema de él, porque para mí es el que nos mete a todos a tocar el bandoneón.
Perrone: -Los dos grandes para mí son Astor y el Gordo Troilo. Todos lo amamos.
Santiesteban: -Troilo es lo que querés escuchar al final del día con el whisky en la mano.
Perrone: -Piazzolla fue como el rockero del tango con esa cosa de tocar sacado. El tipo dejó una cosa muy piola al abrir el sonido del bandoneón y desarticular todo eso de la orquesta que tocaba todo juntito. Y el Gordo Troilo te tiraba esas tres notas que te querías poner a llorar. Promediar las dos cosas es lo mejor que podemos aprender.
Polimeni: -No hay que imitarlo tampoco. No se puede seguir ese camino porque ya lo hizo y tampoco lo veo como finalidad artística.
Guerschberg: -Por ahí, hay que imitarlo para aprenderlo, pero no para hacer tu carrera siendo los Danger Four de los Beatles. Si me das a elegir, escucho los Beatles.
Santiesteban: -Sí, es que entre el 98 y 2005, se armaron un montón de grupos que hacían Piazzolla de una manera superficial. Era como una moda.
Polimeni: -Recién ahora se ven caminos distintos que se van buscando, pero estamos en un momento en el que todavía se vive la disyuntiva, que no se sabe bien para dónde ir. Pero imitar a Piazzolla no es una salida.
Perrone: -El legado que dejó Piazzolla era un poco ése. Me acuerdo de una entrevista en la que decía: "Todo bien con los arreglos tradicionales de «El Choclo», pero buscale una vuelta". Si querés hacer un arreglo, sentate a laburar y que no se note que hiciste a Pugliese o a Piazzolla. Creo que por ahora el aporte nuestro es acercar a la juventud al tango en un nuevo contexto social, porque así como a Garello que tiene como 70 años, lo van a ver amigos de su edad; a mí me vienen a ver mis amigos de la secundaria, y ahí se va armar un empaste de público que está bueno.
-Vos que perteneces a la camada anterior, ¿cómo ves a esta generación?
Guerschberg: -Los veo con mucha personalidad. Son músicos con mucha técnica, pero también son tipos avispados, que tienen calle y no son cerebritos. Son tipos que al género lo van a saber llevar y que a la música la entienden porque son parte de la popular.
Una generación autogestiva
Este ensamble de fueyes será una de las atracciones principales del gran cierre del año del ciclo Tangocontempo. Además de Los Que Vendrán, tocarán entre el 8 y el 10, en el Sha (Sarmiento 2255), Diego Schissi Quinteto, Pablo Agri Cuarteto, Orquesta Elvino Vardaro, Viceversa y Ramiro Boero, entre otros. "Tancontempo es un espacio de referencia para nosotros y, de alguna manera, es el que nos impulsó a hacer cosas nuevas -reconoce Alejandro Guerschberg-. Producir autogestivamente te saca de esa visión del músico que termina en la partitura. Te hace pensar tu música en un contexto social. Incluso, creo que nuestra generación intermedia no se ponía a pensar en el público. En cambio, ahora, los chicos buscan generar una estética propia y ya no ves a cuatro tipos de camisa negra tocando.".
LA NACION
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Parque Centenario
Un Cambalache de tango, teatro y danza
Comienza un encuentro de cruce de lenguajes
Por Alejandro Rapetti | Para LA NACION
Comentá2 Diez minutos, la propuesta de Ignacio González Cano. Foto: Archivo Desde hoy y hasta el domingo 11, el anfiteatro del parque Centenario será anfitrión del Octavo Festival Internacional de Tango, Danza y Teatro Cambalache.
El encuentro, que se desarrollará en el marco del Día Nacional del Tango, plantea la fusión del tango, la danza y el teatro con la participación de quince elencos nacionales y extranjeros, cinco grupos musicales, tres seminarios especializados, un show de la Comparsa Tragicómica Tanguera, once trabajos audiovisuales y once espectáculos que conjugan estas disciplinas.
Según advierten los organizadores José Garófalo, Alberto Goldberg, Andrés Alarcón, Silvia Toscano, Melina Brufman y Cristian Catala, se trata de un encuentro abierto a los artistas que investigan la fusión y la integración de lenguajes, ampliando y creando nuevos vínculos para el tango en escena.
"Cambalache invita a todos a sumarse en esta parte final del proceso creativo y disfrutar de las funciones en las que se exploran los nuevos caminos del tango actual, ya que el encuentro entre los artistas y su público es nuestro objetivo más importante", comentan sus hacedores.
Muchas de las actividades programadas, tales como performances, funciones audiovisuales, conferencias y ensayos abiertos, serán gratuitas. También habrá otras aranceladas, pero con precios muy accesibles. Si bien el festival tendrá al Anfiteatro Eva Perón del Parque Centenario como escenario principal, también se realizarán actividades en diferentes auditorios y en otros espacios.
Programa musical
La sección musical estará a cargo de Esteban Falabella, de Tangocontempo, quien presentará desde el jueves hasta el sábado, a las 21, en el Teatro Sha, Sarmiento 2255, a agrupaciones como Viceversa en Octeto, el Trío Zárate-Angeleri-Rey, y Pablo Agri Cuarteto que presenta Desde adentro. A su vez, la Comparsa Tragicómica Tanguera desplegará todo su colorido el sábado y el domingo 11, a las 18, en el Parque Centenario, Pasaje Lillo y Leopoldo Marechal (gratis).
Respecto de los seminarios, se llevarán adelante desde pasado mañana y hasta el viernes, y estarán a cargo de Laura Falcoff (De improvisar a componer: un camino en el tango), Natacha Iglesias (Tango sensodinamia) y Nancy Lavoie (La presencia escénica) en Cultura Tanguera, Rivadavia 1392. El valor de cada seminario es de $ 100. Inscripción: clases@festivalcambalache.com.ar.
La sección audiovisual comprenderá la proyección de una selección de documentales y cortos de ficción a cargo de Cinefilia Tanguera. Con entrada libre y gratuita, tendrá lugar mañana, a las 20, en Espacio Cultura Tanguera (Rivadavia 1392), y pasado mañana, a las 18, en la Casa del Bicentenario (Riobamba 985).
Además, ese mismo día, a las 20, se presentará una conferencia -"un tanto atípica"- de tango, a cargo del Lic. Rataplán, creación de Luis Longhi, en la Casa del Bicentenario (Riobamba 985). Gratis.
El cierre del festival tendrá lugar el domingo, a la medianoche, en La Viruta (Armenia 1366). Ese día pondrán el broche de oro el Grupo Orquestal Atorrantes, al que se sumarán dos performances: La noche fue, de Alberto Goldberg, por Rocío Leguizamón y Germán Gabriel Filipelli, y Ecstasy, por Avenue Tango, a partir de una idea de Nancy Lavoie.
PARA AGENDAR
Festival Cambalache: desde hoy y hasta el domingo, se desarrollarán espectáculos de tango, danza y teatro. Toda la programación en www.festivalcambalache.com.ar .
Programa variado y comprometido
La programación del Octavo Festival Internacional de Tango, Danza y Teatro Cambalache abrirá con Sobre ausencia, la nueva propuesta creada por Nuria Schneller, que fusiona diferentes lenguajes tales como el mimo, el teatro, la danza y el tango, con música de Astor Piazzolla. Luego será el turno de Entre tus brazos, de Verónica Litvak, propuesta que fusiona el tango y la danza contemporánea, con Juan Manuel Firmani y Verónica Litvak. Seguirán Cálmame, creada y dirigida por Alberto Goldberg, con los bailarines Rocío Leguizamón y Germán Filipelli, y Los pájaros perdidos, pieza creada y dirigida por Carina Pazzaglini, que da cuenta, a través de la danza, de la censura, persecución, secuestro y muerte masiva de personas; el surgimiento de las Madres de Plaza de Mayo, las abuelas, los nietos recuperados y los juicios de lesa humanidad.
El programa también anuncia La mariposa, de la Compañía de Tango del IUNA, un grupo de veinticuatro bailarines dirigido por Leonardo Cuello; El encuentro, con idea, coreografía e interpretación de Cristian Miño y Paula Rubin, y 10 minutos, de la Compañía Tempotango. Se trata de un work in progress que surge como resultado de veinte encuentros desarrollados en diferentes espacios públicos
LA NACION
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