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lunes, 23 de agosto de 2010

Bailando por un pasaje al mundial del "2x4"

Bailando por un pasaje al mundial del "2x4"
Tango danza. Una noche familiar y milonguera en la que todos fueron bailarines y público

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SEBASTIÁN AUYANET

Con señas y formas milongueras y ambiente familiar, la cuarta edición del Certamen Nacional de Tango-Danza encontró el jueves pasado a sus representantes para el certamen mundial en una noche a salón lleno.

"¿Valió la pena adelgazar?" A Graciela Pérez se le caen las lágrimas pero sonríe cuando la mujer que le acaba de hacer la pregunta le estampa un beso en la mejilla. La pista de baile del Centro Asturiano está invadida de gente, los premios acaban de ser anunciados y todos se saludan a los abrazos. Los ganadores festejan el premio. Los organizadores y jurados celebran en la pista que la ceremonia haya terminado bien después de las complicaciones para ubicar a los apretados espectadores en las mesas del atestado salón y la falta de comida, que recién apareció sobre las 12 de la noche.

Los cables tampoco ayudaron: en medio de una de las pasadas, la consola de audio se quemó. El baile quedó congelado y fueron los propios jurados los que salieron a buscar otra. "Abuchéenme a mí que no tengo problema, o a la tecnología", gritaba al público mientras el audio iba y venía Mónica De Souza, una de las organizadoras, dándole a la escena un toque aún más cercano a una película de Peter Sellers.

Pero al final todo salió bien, decían con alivio. Eran las dos y media de la mañana y el cuarto Certamen Nacional de Tango Danza ya tenía sus campeones. Graciela y Juan Carlos Posadas eran los más sorprendidos: los cincuentones, pareja "en el tango y en la vida", según dice ella, se llevaron el primer premio en la categoría de tango "de salón".

Eso quiere decir que son los mejores de entre 32 parejas uruguayas que se apuntaron para conseguir el premio y la clasificación al octavo Mundial de la especialidad en Argentina. Graciela y Juan Carlos van a viajar a fin de mes junto con los veinteañeros Rodrigo Fleitas y María Noel Sciuto, quienes triunfaron sobre otras tres parejas en la categoría "escenario". La diferencia entre el tango "de salón" y el "de escenario" es que en el primero no se trae nada preparado más que la vestimenta y la técnica, y se baila con otras parejas, mientras que la segunda es una coreografía que la pareja presenta con la canción a interpretar y baila sola en la pista.

"La clave en el tango de escenario es el nivel de las rutinas que preparen las parejas. En cambio, en el de salón es clave la circulación para no trancar a las otras. La pareja tiene que saber circu-lar", dice con énfasis el profesor Pepe Solari, uno de los organizadores que, según la hora y el apremio, corrió con consolas de audio o formularios de puntuación y arengó con un "¡eso!" cada vez que terminaba una pieza.

Difícilmente el campeonato mundial a realizarse en el Teatro Coliseo de Argentina tenga el aspecto familiar y cercano que tuvo la final montevideana.

Como si de una milonga de cualquier día de la semana se tratase, la mayoría de los participantes se saludaban y después de participar, se iban a las mesas que rodeaban la sala, donde los esperaban amigos o familiares. Muchos incluso compartían mesa con otros concursantes.

Parte de ese tono familiar tiene que ver con la propia organización del certamen, en la que intervinieron no sólo institutos de enseñanza y el Conglomerado de Turismo de Montevideo. También participaron los propietarios de las milongas que animan las noches montevideanas como la conocida Margot, que recibía en la entrada, ubicaba espectadores y entregaba los talones de consumición. "No lo pierdas porque eso sale mil pesos", avisaba sobre el papel que había que entregarle a otras dos señoras a la salida.

En total, las parejas "de salón" bailaron tres piezas por turno. En esos momentos la atención era máxima y se escuchaba más el deslizar de los calzados de los bailarines por la pista, que los cuchicheos. Pero entre ronda y ronda, mientras los jurados llenaban planillas, la pista se llenó de aficionados que entraban rápido a la pista para bailar dos o tres canciones, tal como los niños invaden una cancha de basquetbol al terminar un período de juego. Tampoco ahí faltaron participantes con ganas de bailar más.

Es que las parejas que llegaron a competir tienen distintas motivaciones. Está el caso de Marcos Cañete, que a sus 38 años se considera "un milonguero", y que dice que participa del torneo para que haya más baile y suba el nivel. "Cuando yo vaya a la milonga, voy a encontrar más gente, y gente que sabe más", explicó. Pero también participaron parejas de escenario como la de Gustavo Imperial y Laura Smart. Con apenas 30 años, él viajó por el mundo gracias al tango y ella, que tiene 20, espera dedicarse a la danza toda su vida. El torneo es un paso más.

Pero el enfoque de Graciela Pérez no es el de una profesional, a pesar de la emoción por haber ganado: "Nosotros milongueamos casi todos los días de la semana, esa fue nuestra preparación. No imaginaba que iba a pasar por esto. Vamos a ir a Buenos Aires a disfrutar. ¿Si consideraría bailar tango a otro nivel? Uno nunca sabe, quizá alguna exhibición pero profesionalmente no, no es para esto que lo hacemos".

Un mundial puede valer una carrera
Por su condición de sede oficial del Mundial de Tango que se llevará a cabo desde el 23 de este mes en Buenos Aires, ayer la final recibió la visita de dos miembros de la organización del evento en Buenos Aires. Incluso los participantes llevaban números de la organización del mundial y al fondo del escenario, estaban colgadas las banderas de Argentina y Uruguay.

Si bien nunca una pareja uruguaya ganó un torneo de esta especialidad, el profesor Pepe Solari cree que el nivel de los participantes está subiendo año a año y que cada vez más bailarines pueden hacer carrera gracias al tango.

"Buenos Aires te prepara un mundo impresionante si llegás a ganar el mundial. Ganar implica la posibilidad de que puedas tener una agenda allá en ese país, y también, por qué no, hacer espectáculos acá".

"Pretende y promete continuidad"
Para la cuarta edición del certamen (se hizo anteriormente en 2004, 2005 y 2006) se inscribieron 32 parejas de categoría salón y 5 de la categoría escenario. Otras 8 parejas del Interior llegaron al certamen compitiendo desde la subsede de Fray Bentos.

El torneo comenzó el 8 de julio, con la organización de las rondas preliminares y las semifinales. Las primeras fechas tuvieron lugar en el Club Húngaro.

"El certamen nacional no ha tenido continuidad. Este pretende y promete continuidad, es el cuarto. Lo que aquí importa es el producto que logramos con el campeonato y la iniciativa que componen milongas, institutos y el Conglomerado de Turismo llamado "El club del tango", que se propone llevar este certamen entre una cantidad de espectáculos dentro de su agenda anual, explicó el profesor Pepe Solari.


El País Digital

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