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sábado, 19 de junio de 2010

TANGO

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Sacarle punta al lápiz
¿La historieta podría constituir una industria? sus protagonistas opinan qué tan buena y real es su situación actual.
Valeria Lima: Tango. 04/06/2010 - 21:00, info, Montevideo, La Colmena. Íntima. Acompañada por Julio Frade al piano, presentará temas de su último trabajo ...
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Valeria Lima: Tango


04/06/2010 - 21:00 info Montevideo La Colmena

Íntima. Acompañada por Julio Frade al piano, presentará temas de su último trabajo discográfico, "Libre", y algunos adelantos del próximo CD.

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Por: Mariángel Solomita
No se han producido tantas páginas de historieta por año de igual calidad, con mayor recepción de la crítica y con mayor exposición aquí y fuera del país, en 50 años". Matías Bergara tiene 25, es dibujante y socio de Rodolfo Santullo (Los últimos días del Graf Spee, Acto de Guerra), que además de escritor y guionista dirige la editorial Belerofonte. En su catálogo incluye relatos gráficos de su autoría, de otros historietistas uruguayos y extranjeros. "Hay un impulso y es real, que arrancó en otros países de la región como Argentina. Muchas editoriales independientes alcanzaron la masificación, un buen nivel editorial, buena distribución: la historieta volvió a estar en el centro del ojo crítico, a ser un bien cultural de uso cotidiano. Hay una especie de renacimiento de la historieta latinoamericana, que no tiene más de 4 años, y Uruguay es parte de esto", afirma.
Para comprender qué sucede con el cómic local hoy, se debe considerar su estructura fluctuante. Los artistas que conforman este género son pocos y muy distintos. La diversificación es un rasgo a favor de esta creación, pero se explica también por el propio carácter independiente de la producción, discontinuada y carente de solvencia económica, lo que no le ha permitido sentar las bases de una industria firme. Varios factores moldearon la actualidad del cómic que logró un nivel de consolidación que deja suponer un futuro estable, o al menos de actividad recurrente, de publicaciones ininterrumpidas. "Esto se está moviendo por los Fondos Concursables y los esfuerzos de cada dibujante que han mantenido viva la llama de la historieta, pero no hay un mercado que justifique la publicación. No podemos decir que estamos en el mejor momento porque nos están subsidiando, espero que esto genere una masa crítica que consuma, esa es mi esperanza", dice
Tunda Prada.
En efecto, la gran mayoría de los artistas coinciden en que el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) funciona como el esqueleto de este impulso. Desde 2006 los Fondos Concursables incluyeron un presupuesto para el relato gráfico. "Ganamos un respaldo editorial. Los fondos recuperaron gente que merecía volver a intentarlo y no había tenido una oportunidad. Permitió que historietistas como Tunda Prada, Ombú, Renzo Vayra pudieran juntar su material y publicarlo, lo que es muy importante para conectar con un público anterior. Motivó un cambio cualitativo en la competitividad y eso se vio reflejado en que hubo esfuerzos privados que están abriendo una primavera editorial de la historieta...tiene algo de fundacional", explica Nicolás Rodríguez Juele (Muxica e Inseguridad en el Parque Batlle).
Alcanza con observar los números que surgen de la iniciativa pública para vislumbrar la agitación que sucede en el género. En su primer año el MEC destinó 500 mil pesos al relato gráfico, se inscribieron 10 proyectos, ganaron 5. Al año siguiente otorgó 300 mil, se inscribieron 19, se financiaron 3. En 2008 el montó subió a 544 mil, las inscripciones a 21, 9 fueron premiados. En el último llamado se previó una suma de 715.500 mil pesos, aún no se saben los ganadores entre los 42 proyectos postulantes. Las cifras demuestran que la inyección de dinero activó un mecanismo que sigue enfrentando obstáculos, pero que también gana fuerza con 7 años consecutivos del evento Montevideo Cómics, 4 años de presencia en la feria Ideas +, giras por el interior del país, visibilidad en Ferias del Libro fuera de la capital, reconocimientos en encuentros internacionales, y distribución de algunas historietas en Argentina y Chile.
HOMBRE ORQUESTA. La historieta no tiene un lugar específico en la tradición uruguaya: desde los años `50 sólo Guambia llegó a subsistir en los kioscos. Desde entonces se han dado impulsos esporádicos -luego de la dictadura, a comienzos de los noventa, hacia inicios del 2000 y con mayor fuerza desde el 2006 - que menguados por la dedicación de los historietistas hacia trabajos para/en el exterior, la absorción de otros mercados laborales como la publicidad, incapacidad económica de publicar. Sin embargo sus protagonistas aseguran que nunca se ha dejado de producir cómic, "la diferencia está en que antes hacíamos fanzines, las vendías a tus amigos y en algunas comiquerías", dice Rodríguez Juele.
¡Guacho! cumplió 10 años. El proyecto colectivo llega a su fin este año con el número 9 y sus integrantes comenzarán una nueva etapa que les permitirá publicar sus trabajos de forma individual, en libros de autor, siguiendo la lógica actual del mercado. Según comenta Marco Caltieri, así podrán experimentar en la autoría total del libro. Justamente el carácter autoral, de autogestión, es intrínseco al género en su desarrollo nacional. "Los historietistas han tomado por asalto las herramientas de edición, han tendido a la autoedición. Tienden a la consolidación de pequeñas editoriales que publican su material y toman riesgos. Son proyectos que navegan el amateurismo desde lo económico: su retorno es nulo. Y tomado en el sentido "amatorio" porque aunque el resultado es muy profesional, a veces salimos con los libros en un bolso a llevarlos a comiquerías y librerías. Hay una diferencia muy grande entre el producto final y lo que
hacemos para que el producto salga."
El libro como prolongación de la obra creada es una búsqueda que también persigue el grupo El pasaje, integrado por Renzo Vayra, Daniel Pereyra y Roberto Poy, quienes preparan el tercer número de la revista Vagón. Esta propuesta se propone romper los códigos clásicos del género, quebrando la narrativa e invitando a la relectura para construir la obra. "La expresión en la historieta te permite ir a lugares muy variados. Es el cine de los pobres: cómo un dibujante y un guionista pueden hacer en pocas páginas y con muy poco dinero algo sumamente interesante. Permite crear al más alto nivel literario y estético, tira un montón de límites que tienen otras artes. Es ese pariente casi antecesor al cine, pero permite ponerle una pausa y poder quedarte en esa imagen que estás viendo. La pausa es lo que hace el dibujante cuando encuadra", dice Poy.
Vagón pasará "por necesidad expresiva" de un formato cuadrado a uno gigante, que abierto permitirá al "lector-visualizador" enfrentarse a un cuadro de 60cm x 40 cm. "Del lector espero que sea un cómplice, que se meta en la investigación que está haciendo uno, que se pregunte, que busque, que intuya cosas que van pasando que van más allá de la viñeta concreta. El lector de lo que yo hago es un tipo que lee y que mira, y que va descifrando en ese interlineado de los dos universos".
¿tradición? Somos un país de grandes historietistas pero no existe una tradición de la historieta, ni parece clara una continuidad entre la propuesta de las nuevas generaciones con las anteriores. Sí existe una voluntad común de desarrollar el género puertas adentro, y de hacer hincapié en la identidad nacional. Caltieri: "Es una locura que el país viva de espaldas a su propia tradición gráfica, que se olvide y cada vez se deba revivir. Si a través de mi historieta alguien más chico redescubre a Peloduro yo me voy a sentir muy feliz. Es complicado simplemente agarrar y pararte en una tradición, que es norteamericana como mínimo. Me parece más interesante sumarle a lo local experiencias globales porque vivimos en la periferia, y hacer arte en la periferia ya implica una reflexión."
Los fondos funcionan como un inversor-gestor que no permite a los artistas vivir de la historieta, pero sí buscar nuevos desafíos y dar por finalizado su trabajo -Poy: "nuestra obra cumple su recorrido, su finalidad cuando está editada"-. Cabe entonces preguntarse qué sucede con la demanda, ¿este nuevo arranque encontró un lector curioso? ¿La historieta debe ir en buscar de su público? ¿Se conoce a ese público? Nicolás Peruzzo (Ciudad fructuoxia): "La historieta desde los últimos 25 años se ha vuelto un género marginal comparable al tango, no es una cosa muerta pero tampoco se palpa como en épocas en que estaba en todos los kioscos. Cada uno ha intentado expandir su público lector, nosotros calculamos que es de mil personas en Montevideo. No hay mucho más de esos tipos que van a comiquerías en busca de material". Sin embargo comenta, "me estoy autoeditando y seguí el patrón de algunas bandas como Radiohead: colgué una versión
digital en Internet y saqué una versión impresa. En 3 días tuve más de 100 descargas y me pasó que en la feria Ideas + la mayoría de los que se acercaban a comprar el material era porque ya lo habían leído, o sea que Internet fue una difusión importantísima."
"No creo en un lector de historieta como separado de un lector de libros, creo en una historieta que llega a cualquier lector. Es un lenguaje tan válido como el de los libros(...)Es un problema muchísimo más grave que la historieta que no llega a algo, lo que le pasa a la historieta solamente es una parte de lo que le pasa a la cultura mundial, porque no es problema uruguayo solamente", opina Santullo que se encuentra preparando un nuevo proyecto de historieta histórica que estará situada a fines del siglo XIX con personajes políticos de la época, centrado en Máximo Santos.
CAMBIO DE RUMBO. "En el cómic vos existís si te perciben. Necesitás publicar, porque sos un artista y lo que sos pasa por tu obra, y tiene que ser percibida para que existas", dice Ignacio Calero, que junto a Fernando Ramos, Agustín Cafferata (Las aventuras de Guálter el conejo), Joel Correa, Eduardo Correa, Rodrigo Germán, Gervasio Troche, Matías Sniadower, Alejandro Rodríguez Juele y Nicolás Peruzzo, publican Sidekick, una de las 5 publicaciones que se presentaron hace unas semanas en Montevideo Cómics. "El objetivo es ser autosustentable. Ninguna publicación en un país con un mercado tan chico y que está perdiendo el hábito de lectura puede depender de las ventas, debe tener una maquinaria publicitaria". "La revista se está vendiendo en kioscos, y la idea es publicar cada dos meses, a todo color y con calidad suficiente para poder competir con cualquier otro material en el mismo rubro. Profesionalizar a los ilustradores, que se
acostumbren a cobrar por su trabajo, a los ritmos de producción, a la fecha y forma de entrega", explica Ramos. La conformación del equipo llevó una investigación en busca de artistas de todo el país, "nos encontramos con mucha gente que considera que esto es un hobby, y otros con mucho talento que no tenían idea de cómo acercarse ni publicar su trabajo, sobre todo sucede con gente en el interior", aclara. "No se trata de hacer un trabajo comercial porque sea masivo y de dejar el arte de lado: el arte va a ser la moneda con la que te vas a mover. Queremos vivir de la historieta y para eso hay que cumplir ciertas reglas que como en todo trabajo algunas pueden no gustarte,"dice Calero. Cada historieta publicada tiene un costo de producción de entre 5 y 15 mil pesos. En nuestro país no existe una tarifa de pago, Sidekick prevé un cachet para los ilustradores de 5 mil pesos por 8 páginas. Con un tiraje de 2 mil ejemplares (también circula en
Argentina) se aleja del número habitual que oscila entre los 400 y mil.
Repitiendo el sistema de las otras revistas, Sidekick aún no ve ganancias, las ventas cubren la "caja chica". Sin embargo su apuesta es similar a la que sigue la revista Cisplatino y la editorial Belerofonte: publicar más allá de los fondos del MEC. Belerofonte sólo recibió financiación para dos de sus 11 publicaciones y prevé editar 3 materiales más este año, consiguiendo un ritmo de entre 3 y 4 publicaciones anuales.
La historieta hiperrealista Cisplatino por su lado, fue la primera revista que desde 2008 logró estar en kioscos, el primer cómic a color, y con un récord regional de tiraje: 6 mil ejemplares que se distribuyen también en Argentina y en Chile. ¿Las ventas? Las previstas para el primer mes del primer número, se agotaron el día de lanzamiento. No es una inversión privada como Sidekick, y consiguió un apoyo del MEC para el número 6, pero subsiste gracias a la publicidad. Dice Pablo Zignone:"El próximo año Cisplatino cambiará su arte para lograr una frecuencia más corta de publicación (2 meses) y además porque el superhéroe tendrá un nuevo origen. Al abandonar el hiperrealismo por un estilo más de cartoon, se perderá un poco de dramatismo y habrá más acción. Mi idea es crear un estilo que sea referente latinoamericano, que no existe aún y que se puede, tenemos todo para lograrlo."de EL Pis

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